13 de Septiembre

Batalla de Maratón. Muerte de Felipe II.
Una fiebre espantosa horada la carne del Monarca que a través de la agonía ha vislumbrado una razón para morir: cinco aros de fuego arden al poniente proclamando el triunfo de la Santa Liga. La luz de Occidente resplandece en el Ágora en la más grande ocasión que vieron los siglos. Sobre la llanura de Maratón la terca austeridad de los hoplitas ha derrotado al oropel de Samarcanda. Las naves de Darío huyen acosadas por don Juan de Austria y Filípides porta la antorcha olímpica desde el campo de batalla hasta las escarpadas pendientes de la Acrópolis que el Monasterio del Escorial ha coronado: ¡alegraos ateniense porque es nuestra la victoria! El Soldado y el Rey exhalan el espíritu, hasta nuevo aviso una tormenta en el desierto ha enterrado las cúpulas de Persia.



1 comentario:

  1. Pero hombre, no le hagas eso al Escorial! No conozco monumento en el mundo que resista la comparación con la Acrópolis...

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